Tartagal recuerda un nuevo aniversario de aquella mañana trágica del 9 de febrero de 2009, cuando un alud de barro y ramas secas proveniente desde la cuenca alta del rió Tartagal inundo su cauce arrastrando todo a su paso. Esa tragedia se llevo dos vidas humanas que no pudieron defenderse ante la furia de la naturaleza, decenas de casas se vieron derrumbadas o tapadas de lodo, hubo miles de evacuados y un gran desconcierto.
Aquellas ramas secas traídas por el agua y el barro que colmataron el puente ferroviario, privándonos para siempre de ese patrimonio histórico de la Tartagal que nos contaban nuestros abuelos, nos dejaría un interrogante que no tuvo respuesta luego de 9 años. ¿Fueron los desmontes, la tala indiscriminada y las faltas de controles, los que generaron esa tragedia? ¿Será ese un fenómeno de la naturaleza que volverá a repetirse con el tiempo?, ¿Estaremos preparados para soportarlo de nuevo si eso sucede?.
Hoy la ciudad se ve distinta, reconstruida, muchos tuvieron que volver a empezar, para la mayoría el alud es solo un mal recuerdo, para otros superarlo es todavía un gran desafió, seguirán preguntando en cada lluvia «cuanta agua traerá el rió» y revivirán cada momento de aquel día en que Tartagal despertó en mañana muy distinta casi inimaginable.
