El polémico Dip Nacional, que pasó de soñar con ser Gobernador de Salta, a pretender ser Presidente de todos los Argentinos, buscó la bendición divina para lograr su objetivo político y el resultado fue desopilante, como todo en su carrera política.
Olmedo visito una iglesia para ser unjido y al finalizar la oración con imposición de mano que le hicieron dos pastores junto al flash de las cámaras, Olmedo pensó haber logrado el milagro y que su vida se encaminaba con la gracia de Dios, pero en ese preciso momento, llegó lo que muchos señalan como la respuesta del cielo a su clamor.
El altillo donde se encontraban los hombres de fe y Olmedo, se desplomó por completo como un castigo por la sobre actuación que terminaban de hacer y hubo quienes aseguraron que se habria cometido el pecado, de usar el nombre de Dios en vano y tuvieron su merecido.
No cabe dudas que Alfredo mantiene fresco el recuerdo del querido Negro Olmedo, como un gran comediante.
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