Ruben Gallardo no solo se preocupa, ahora se está ocupando de reforzar la seguridad del lugar que es su principal fuente de ingreso.
El taller de motos ubicado en 20 de febrero y 25 de Mayo de Tartagal es donde hace días le reventaron la puerta de acceso para robar todas sus herramientas. El vecino se sigue preguntando… Porque qué los vecinos nunca ven ni saben nada?.
La semana pasada terminó en el Hospital Juan Domingo Perón al interceptar a un delincuente que intentaba vender la motocicleta de su sobrino que habían robado dos semanas atrás. El reconoció el vehículo luego de ese episodio y gracias al accionar de empleados, familiares y afectivos policiales detuvieron a dos masculinos.
Al otro día le dieron la libertad a uno de ellos. Inmediatamente llegaron amenazas, más robos y la preocupación constante de Gallardo.
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